Internet es un conjunto descentralizado de redes de
comunicación interconectadas. En esta red de redes, existen muchas
tecnologías diferentes comunicándose entre sí, aunque desde un punto de
vista abstracto, o lógico, no haya diferencia entre ellas: todas están
identificadas mediante la correspondiente dirección de red IP.
Sin embargo, desde el punto de vista práctico conectarnos a Internet
usando una red más o menos evolucionada tecnológicamente tiene
consecuencias de muy distinto tipo: económicas, de tiempo, de
eficiencia, etc. Incluso existen, en la práctica, restricciones físicas
al tipo de conexión al que podemos acceder, de modo que cuando se
dispone de varias posibilidades no está de más tener algunos elementos
de juicio para seleccionar la más conveniente.
En esta sección, proporcionamos información básica sobre los tipos de
conexiones disponibles entre el proveedor de servicios de Internet y
los usuarios finales, junto con algunos tipos que conexión utilizados
para implementar redes locales que después se conectarán a Internet.
Existen múltiples criterios para clasificar las conexiones a
Internet, al menos tantos como tipos de redes a las que podemos conectar
nuestro equipo. Dichas diferencias pueden encontrarse en el nivel
físico y el tipo de tecnología de que se sirven (a nivel de la capa de
enlace).
Hasta hace pocos años, el sistema más extendido para conectar un
equipo doméstico o de oficina a la Internet consistía en aprovechar la
instalación telefónica básica (o Red Telefónica Básica, RTB).
Puesto que la RTB transmite las señales de forma analógica, es
necesario un sistema para demodular las señales recibidas por el
ordenador de la RTB (es decir, para convertirlas en señales digitales), y
modular o transformar en señales analógicas las señales digitales que
el ordenador quiere que se transmitan por la red. Estas tareas corren a
cargo de un módem que actúa como dispositivo de enlace entre el
ordenador y la red.
La ventaja principal de la conexión por RTB, y que explica su enorme
difusión durante años, es que no requería la instalación de ninguna
infraestructura adicional a la propia RTB de la que casi todos los
hogares y centros de trabajo disponían.
Sin embargo, tenía una serie de desventajas, como:
- El ancho de banda estaba limitado a 56 Kbps, en un único canal (half-duplex), por lo que cuando el tráfico de Internet comenzó a evolucionar y algunos servicios como el streaming se convirtieron en habituales, se puso en evidencia su insuficiencia (por ejemplo, un archivo de 1 MB tardaría, en condiciones óptimas de tráfico en la red, dos minutos y medio en descargarse).
- Se trata de una conexión intermitente; es decir, se establece la conexión cuando se precisa, llamando a un número de teléfono proporcionado por el proveedor de servicios, y se mantiene durante el tiempo que se precisa. Esto, que podría parecer una ventaja, deja de serlo debido a que el tiempo de conexión es muy alto (unos 20 segundos).
- La RTB no soportaba la transmisión simultánea de voz y datos.
Aunque hoy continúa utilizándose, la RTB ha quedado desplazada por otras conexiones que ofrecen mayores ventajas.
La Red Digital de Servicios Integrados (RDSI) nació con la vocación
de superar los inconvenientes de la RTB, lo que sin duda logró en parte.
Se trata de una línea telefónica, pero digital (en vez de analógica)
de extremo a extremo. En vez de un módem, este tipo de conexión emplea
un adaptador de red que traduce las tramas generadas por la el ordenador
a señales digitales de un tipo que la red está preparada para
transmitir.
A nivel físico, la red requiere un cableado especial (normalmente un
cable UTF con conectores RJ-45 en los extremos), por lo que no puede
emplearse la infraestructura telefónica básica (y esto, naturalmente,
encarece su uso).
En cuanto a sus características técnicas, la RDSI proporciona
diversos tipos de acceso, fundamentalmente acceso básico y primario. La
transmisión de señales digitales permite la diferenciación en canales de
la señal que se transmite. Por ejemplo, en el caso del acceso básico,
se dispone de cinco canales de transmisión: 2 canales B full-duplex, para datos, de 64Kbps cada uno; un canal D, también full-duplex, pero de 16 Kbps; más dos canales adicionales de señalización y framing, con una ancho de banda total de 192 Kbps.
El hecho de tener diversos canales permite, por ejemplo, utilizar uno
de ellos para hablar por teléfono y otro para transmitir datos,
superando así una de las deficiencias de la RTB.
Lo más frecuente es que existan varios canales más de tipo B (de 23 a
30 según las zonas donde se implemente), y por tanto se pueden prestar
multitud de servicios (fax, llamada a tres, etc.)
Aunque la RDSI mejoró sustancialmente la RTB, no llegó a extenderse
masivamente debido a la aparición de otras conexiones más ventajosas.
La ADSL (Asymmetric Digital Subscriber Line) conjuga las
ventajas de la RTB y de la RDSI, por lo que se convirtió pronto en el
tipo de conexión favorito de hogares y empresas.
La ADSL aprovecha el cableado de la RTB para la transmisión de voz y
datos, que puede hacerse de forma conjunta (como con la RDSI). Esto se
consigue estableciendo tres canales independientes sobre la misma línea
telefónica estándar:
- Dos canales de alta velocidad, uno para recibir y otro para enviar datos, y
- Un tercer canal para la comunicación normal de voz.
El nombre de “asimétrica” que lleva la ADSL se debe a que el ancho de
banda de cada uno de los canales de datos es diferente, reflejando el
hecho de que la mayor parte del tráfico entre un usuario y la Internet
son descargas de la red.
Desde el punto de vista tecnológico, la conexión ADSL se implementa
aumentando la frecuencia de las señales que viajan por la red
telefónica. Puesto que dichas frecuencias se atenúan con la distancia
recorrida, el ancho de banda máximo teórico (8 Mbps en sentido red ->
usuario) puede verse reducido considerablemente según la localización
del usuario.
Por último comentar que existen mejoras del ADSL básico, ADSL2 y
ADSL2+, que pueden alcanzar velocidades cercanas a los 24 Mbps / 1,2
Mbps de bajada y subida de datos, aprovechando más eficientemente el
espectro de transmisión del cable de cobre de la línea telefónica.
Utilizando señales luminosas en vez de eléctricas es posible
codificar una cantidad de información mucho mayor, jugando con variables
como la longitud de onda y la intensidad de la señal lumínica. La señal
luminosa puede transportarse, además, libre de problemas de ruido que
afectan a las ondas electromagnéticas.
La conexión por cable utiliza un cable de fibra óptica para la
transmisión de datos entre nodos. Desde el nodo hasta el domicilio del
usuario final se utiliza un cable coaxial, que da servicio a muchos
usuarios (entre 500 y 2000, típicamente), por lo que el ancho de banda
disponible para cada usuario es variable (depende del número de usuarios
conectados al mismo nodo): suele ir desde los 2 Mbps a los 50 Mbps.
Desde el punto de vista físico, la red de fibra óptica precisa de una
infraestructura nueva y costosa, lo que explica que aún hoy no esté
disponible en todos los lugares.
En los últimos años, cada vez más compañías están empleando este
sistema de transmisión para distribuir contenidos de Internet o
transferir ficheros entre distintas sucursales. De esta manera, se puede
aliviar la congestión existente en las redes terrestres tradicionales.
El sistema de conexión que generalmente se emplea es un híbrido de satélite y teléfono. Hay que tener instalada una antena parabólica digital, un acceso telefónico a Internet (utilizando un módem RTC, RDSI, ADSL o por cable), una tarjeta receptora para PC, un software específico y una suscripción a un proveedor de satélite.El cibernauta envía sus mensajes de correo electrónico y la petición de las páginas Web, que consume muy poco ancho de banda, mediante un módem tradicional, pero la recepción se produce por una parabólica, ya sean programas informáticos, vídeos o cualquier otro material que ocupe muchos megas. La velocidad de descarga a través del satélite puede situarse en casos óptimos en torno a 400 Kbps.
El sistema de conexión que generalmente se emplea es un híbrido de satélite y teléfono. Hay que tener instalada una antena parabólica digital, un acceso telefónico a Internet (utilizando un módem RTC, RDSI, ADSL o por cable), una tarjeta receptora para PC, un software específico y una suscripción a un proveedor de satélite.El cibernauta envía sus mensajes de correo electrónico y la petición de las páginas Web, que consume muy poco ancho de banda, mediante un módem tradicional, pero la recepción se produce por una parabólica, ya sean programas informáticos, vídeos o cualquier otro material que ocupe muchos megas. La velocidad de descarga a través del satélite puede situarse en casos óptimos en torno a 400 Kbps.
Las redes inalámbricas o wireless difieren de todas las
vistas anteriormente en el soporte físico que utilizan para transmitir
la información. Utilizan señales luminosas infrarrojas u ondas de
radio, en lugar de cables, para transmitir la información.
Con tecnología inalámbrica suele implementarse la red local (LAN) q
se conecta mediante un enrutador a la Internet, y se la conoce con el
nombre de WLAN (Wireless LAN).
Para conectar un equipo a una WLAN es preciso un dispositivo WIFI
instalado en nuestro ordenador, que proporciona una interfaz física y a
nivel de enlace entre el sistema operativo y la red. En el otro extremo
existirá un punto de acceso (AP) que, en el caso de las redes WLAN
típicas, está integrado con el enrutador que da acceso a Internet,
normalmente usando una conexión que sí utiliza cableado.
Cuando se utilizan ondas de radio, éstas utilizan un rango de
frecuencias desnormalizadas, o de uso libre, dentro del cual puede
elegirse. Su alcance varía según la frecuencia utilizada, pero
típicamente varía entre los 100 y 300 metros, en ausencia de obstáculos
físicos.
Existe un estándar inalámbrico, WiMAX, cuyo alcance llega a los 50
Km, que puede alcanzar velocidades de transmisión superiores a los 70
Mbps y que es capaz de conectar a 100 usuarios de forma simultánea.
Aunque aún no está comercializado su uso, su implantación obviamente
podría competir con el cable en cuanto a ancho de banda y número de
usuarios atendidos.
El LMDS (Local Multipoint Distribution System) es otro
sistema de comunicación inalámbrico pero que utiliza ondas de radio de
alta frecuencia (28 GHz a 40 GHz). Normalmente se utiliza este tipo de
conexiones para implementar la red que conecta al usuario final con la
red troncal de comunicaciones, evitando el cableado.
El LMDS ofrece las mismas posibilidades en cuanto a servicios que el
cable o el satélite, con la diferencia de que el servicio resulta mucho
más rentable (no es necesario cableado, como con la fibra óptica, ni
emplear grandes cantidades de energía para enviar las señales, como con
la conexión satélite).
La tecnología PLC (Power Line Communications) aprovecha las
líneas eléctricas para transmitir datos a alta velocidad. Como las WLAN,
se utiliza en la actualidad para implementar redes locales, que se
conectarían a la Internet mediante algún otro tipo de conexión.
El principal obstáculo para el uso de esta tecnología en redes no
locales consiste en que la información codificada en la red eléctrica no
puede atravesar los transformadores de alta tensión, por lo cual
requeriría adaptaciones técnicas muy costosas en éstos.
Conexiones para teléfonos móviles
Hablamos de conexiones para teléfonos móviles (en contraposición a
conexiones a través de teléfonos móviles, en las que el móvil actuaría
como módem) para designar el tipo de tecnologías específicas para
acceder a Internet navegando desde el propio dispositivo móvil.
El sistema GSM (Global System Mobile) fue
el primer sistema estandarizado en la comunicación de móviles. Se trata
de un sistema que emplea ondas de radio como medio de transmisión (la
frecuencia que se acordó inicialmente fue 900 MHz, aunque se amplió
después a 1800 MHz). Hoy en día, el ancho de banda alcanza los 9,6 Kbps.
GSM establece conexiones por circuito; es decir, cuando se quiere
establecer una comunicación se reserva la línea (y, por tanto, parte del
ancho de banda de que dispone la operadora para realizar las
comunicaciones), y ésta permanece ocupada hasta que la comunicación se
da por finalizada. Una evolución de este sistema consistió en utilizar,
en su lugar, una conexión por paquetes, similar a la que se utiliza en
Internet. Este estándar evolucionado se conoce con el nombre de GPRS (General Packet Radio Service)
y está más orientado (y mejor adaptado) al tráfico de datos que GSM.
Por ejemplo, permite la facturación según la cantidad de datos enviada y
recibida, y no según el tiempo de conexión.
Los sistemas anteriores se consideran de segunda generación (2G).
El UMTS (Universal Mobile Telecommunications System)
inaugura la tercera generación de tecnología para móviles (3G). Permite
velocidades de transferencia mucho mayores que GSM y GPRS, llegando
hasta los 2 Mbps, permitiendo así el uso de aplicaciones que hasta ahora
parecían imposibles en un móvil.
Una mejora del UMTS es el HSDPA (High Speed Downlink Packet Access),
que llega a alcanzar los 14 Mbps de velocidad de transferencia. Existe
ya una mejora comercializada de este sistema, HSDPA+, que permite
(teóricamente) llegar a los 80 Mbps de transferencia, si bien ya es
posible conectarse a velocidades superiores a los 21 Mbps en muchos
lugares en España.
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